La Democracia Interna, uno de los grandes mitos
En la década del 70, se combatía la oligarquía de los partidos políticos porque habían logrado trasladar el proceso de la decisión política a los gabinetes de jerarcas partidarios, grandes bosses, fuera del ámbito formal del Estado, de las asambleas parlamentarias y de las oficinas de los ministerios. Además, eran esas cúpulas las que decidían las listas de candidatos a todos los cargos de elección popular, obligando al militante común a obedecer a su alta dirigencia. Como los partidos políticos tenían monopolio en la misión de ofrecer candidatos al electorado, la legitimidad de su selección forma parte en realidad, de todo el proceso electoral en su conjunto. Así, un instrumento valioso para quebrar su predominio fue la exigencia de mecanismos de democracia interna, forzando la elección de los candidatos de cada partido por la voluntad mayoritaria de sus militantes. Pero el instrumento no es siempre eficaz para cumplir el compromiso de ofrecer candidatos convenientemente prepara