La CADE, entre Caracas y Zúrich
El desarrollo de las sociedades es inversamente proporcional al efecto de la política en el presupuesto de una familia promedio. Cuando las políticas gubernamentales son decisivas en la supervivencia, estamos indefectiblemente ante una economía gravemente dependiente del Estado. Y al contrario, si las promesas electorales no afectan inmediatamente al ciudadano de a pie, lo más probable es que observemos desarrollo y estabilidad. Esa es la diferencia entre vivir en Caracas o en Zúrich. Entre la actual Venezuela que destruye la economía de los ciudadanos y subsidia a millones de familias, y Suiza donde todo es predecible y se debate sobre seguridad internacional. La política es buena, pero mejor cuando intermedia valores y no los comestibles de la semana. Por eso debería resultar extraño que algunos medios critiquen las exposiciones de Alan, Keiko y PPK en la CADE, quienes destacaron no solo por exhibir seriedad y conocimiento, sino también por garantizar la continuidad del modelo c